La historia de Boglioli se remonta a principios del siglo XX, cuando la familia Boglioli abrió un negocio de confección masculina en la localidad italiana de Gambara. Tras adquirir notoriedad por sus diseños elegantes, en 1970 Boglioli comenzó a compartir sus conocimientos de artesanía fabricando ropa para otras casas. En la década de 1990, Boglioli volvió a centrarse exclusivamente en la creación de las prendas de su propia marca como americanas de hombre. Esto inició un nuevo capítulo para la marca, con un estilo de corte meticuloso y deconstruido que pronto se convirtió en el sello característico de Boglioli.
